Imagen 1. Visión de algunos de los índices de producción y citación. |
Pero no son solo herramientas con las cuales tomar una decisión entorno a investigadores, prestigio institucional y demás, son complejas y visualmente muy atractivas las herramientas desarrolladas por los diversos sistemas, desde coloridas e interactivas, hasta con la posibilidad de realizar todo tipo de comparaciones.
El factor de impacto es sólo una medida
La imperiosa necesidad de medir los productos, los procesos, la investigación, los resultados, o el impacto ha generado un creciente número de indicadores, algunos con mayor complejidad, que dan cuenta de una forma de la dinámica de la ciencia, pero además, aumentan la información que supera los viejos y criticados indicadores de medición (Garfield, 2006). Ni siquiera los movimientos que inicialmente se oponían a este tipo de cuantificación, han escapado de ésta. Es el caso del movimiento de acceso abierto (open access) y el intento de los países emergentes por mostrar una parte del trabajo invisible a estos grandes indicadores (McCallum, 2007). Este esfuerzo ha llevado a que los grandes índices giren su interés en poder recoger gran parte de esta información, es el caso del Scielo Citation Index, alojado en la plataforma de la multinacional privada Thompson Reuters. Quién lo hubiera imaginado hace diez años, cuando muchos de los proyectos de América Latina o los que se generaban fuera de estas grandes editoriales fueran a impactar en la atención de la producción científica mundial.Es tal el impacto del movimiento sobre los sistemas cerrados y tradicionales, que éstos han empezado a captar y atacar lo relacionado con el tema de Open Access, grandes editoriales han tenido que seguir el juego de manejar un doble perfil con el ánimo de no perder un público interesado en intentar salir de los esquemas tradicionales. En este sentido, han cobrado importancia las mediciones en las redes sociales, que si bien, tienen la particularidad de tener que ser interpretados con precaución, también son un indicador de consumo de conocimiento científico (Sugimoto et al., 2013) y que si bien no terminan reflejándose en una cita o en una contribución al factor de impacto, se encuentra en la lógica de poder cuantificar la difusión, utilización, consumo e impacto del conocimiento científico (Priem et al., 2010).
Imagen 2. Ejemplo de mediciones de Almetrics en Scopus. Tomada de: http://editorsupdate.elsevier.com/issue-37-october-2012/the-changing-face-of-journal-metrics/ |
Nature Index
En esta semana, y es parte de la motivación para este post, la revista Nature ofrece su Nature Index (2013-2014). Se propone como un índicador del impacto de instituciones y países basados en la publicación de artículos en las revistas tanto del Nature Publishing Group junto con otras revistas seleccionadas (http://www.natureindex.com/). Tal como se reporta, el Nature Index pretende ser una herramienta para medir resultados de alta calidad, así como la cuantificación de participación de instituciones y países.Imagen 3. Nature Index. Tomada de Introducing the Index 2014. |
Sumado a este problema de representatividad, se encuentra el asociado a la invisibilización de la ciencia de las comunidades emergentes. Que, si bien es cierto que parte de esta invisibilización procede de las mismas prácticas de la comunidad (consumiendo y desacreditando una producción de conocimiento local, el interés por publicar en revistas top desconociendo canales locales y poco uso del conocimiento producido) no se hace justicia en torno a los niveles de producción de conocimiento. Haciendo una búsqueda en este índice sobre Centro y Sur América de la producción científica, se encuentra una participación muy baja de nuestro conocimiento a nivel mundial. Si bien es cierto que tradicionalmente ha sido poco y que sólo algunos ejemplos aislados pueden compararse con la producción mundial, no es posible indicar que no se tiene una producción en aumento y que el no reflejo en los índices indica que no existe.
Imagen 4. Nature Index - Middle & South America. Tomado de: http://www.nature.com/nature/journal/v515/n7526_supp/full/515S91a.html |
Imagen 5. Tomada de www.redalyc.org |
Twitter: @cesar_acevedot
Referencias
Bornmann, L., de Moya Anegón, F., & Leydesdorff, L. (2012). The new Excellence Indicator in the World Report of the SCImago Institutions Rankings 2011 Journal of Informetrics, 6 (2), 333-335 DOI: 10.1016/j.joi.2011.11.006
Estupinyá, P. (2010). El ladrón de cerebros Editorial Debate
Garfield, E. (2006). The History and Meaning of the Journal Impact Factor JAMA, 295 (1) DOI: 10.1001/jama.295.1.90
MacCallum CJ (2007). When is open access not open access? PLoS Biology, 5 (10) : 10.1371/ journal.pbio.0050285
Priem, J., & Costello, K. (2010). How and why scholars cite on Twitter Proceedings of the American Society for Information Science and Technology, 47 (1), 1-4 DOI: 10.1002/meet.14504701201
Sugimoto, C., Thelwall, M., Larivière, V., Tsou, A., Mongeon, P., & Macaluso, B. (2013). Scientists Popularizing Science: Characteristics and Impact of TED Talk Presenters PLoS ONE, 8 (4) DOI: 10.1371/journal.pone.0062403
Young, N., Ioannidis, J., & Al-Ubaydli, O. (2008). Why Current Publication Practices May Distort Science PLoS Medicine, 5 (10) DOI: 10.1371/journal.pmed.0050201