lunes, 30 de septiembre de 2013

"Enfermedades mentales" un campo no aislado con urgencia de evidencia

El campo de las denominadas "enfermedades mentales" ha sido un fenómeno que han reclamado varias disciplinas al tiempo, generando tratamientos y respuestas paralelas, en muchos casos excluyentes y bajo paradigmas teóricos aislados. Dentro de las disciplinas a las que pertenezco (psicología y neurociencia) he propuesto que la investigación y el conocimiento que se genera no puede obedecer a un criterio administrativo o social, desconociendo que la organización de la naturaleza y los fenómenos mismos son independientes de la construcción que hacemos otorgando objetos de estudios limitados y excluyentes a las disciplinas. Contrario a esto, considero que, independiente de la disciplina a la que se pertenece, es posible realizar una investigación pertinente aun cuando aparentemente se escape del alcance tradicional del área. El tema al que me refiero es el que se denomina "enfermedades mentales".

Van Gogh Self-Portrait with Straw Hat 1887-Metropolitan
Dentro del área de la psicología clínica y de salud hay una gran investigación y desarrollo desde hace más de 60 años en cuanto a diferentes tipos de psicoterapia -sin entrar a distinguir entre escuelas de pensamiento-. Este desarrollo académico ha obedecido a múltiples factores, por mencionar dos, podrían ser: 1. El reconocimiento de que la salud "mental" escapa al tratamiento tradicional de la medicina y 2. Porque los problemas "mentales" tienen repercusiones en el comportamiento de los individuos y esto se encuentra en un campo de psicología tradicional. Pero, uno de los problemas de estas técnicas de psicoterapia es que han desconocido avances importantes que son de áreas diferentes pero que añaden elementos y causas para las explicaciones a los fenómenos. Entiendo que una parte importante de este desconocimiento obedece a dinámicas económicas o políticas que escapan al alcance académico -y este no es el objetivo de este post-.

Volviendo al campo de las "enfermedades mentales" (EM) la medicina y específicamente la psiquiatría también ha reclamado como propio el tratamiento y explicación de estos fenómenos. A diferencia de la psicología, y creo saber porqué, la medicina ha modificado parte de su explicación y tratamiento con base en evidencia y explicaciones de áreas diferentes a la propia medicina. A propósito de este proceso, Walter (2013) propone una división de paradigma en la explicación de las EM. El primer paradigma, o la primera ola; como lo denomina Walter (2013), obedeció a la identificación de las EM en relación con el sistema nervioso en la segunda mitad del siglo XIX y surge como una oposición a visiones moralistas y somáticas tradicionales en estas explicaciones. Dentro de las apuestas más importantes de esta visión se encuentra la experimentación con humanos y animales como una base importante en la explicación (Walter, 2013).



La segunda ola se generó en la segunda mitad del siglo XX y estuvo influenciada ampliamente por el descubrimiento de los aspectos genéticos de las enfermedades mentales y la efectividad de los medicamentos en tratar varios síntomas de estas EM. Dos aspectos a señalar de este paradigma. El primero, hoy en día todavía se utiliza de forma amplia el uso de medicamentos para explicar y tratar las EM y el apoyo en evidencia empírica es inmenso y ha dado origen a medicamentos y explicaciones más complejas. El segundo aspecto es o son los movimientos en contra de estas explicaciones quizás como reacción de índole social o cultural (el uso de acupuntura, por ejemplo) pero que con los estudios de meta-análisis (una metodología para medir el efecto del tamaño de los estudios) se ha podido establecer el impacto y efectividad en los estudios de neurofarmacología.

La tercera parte en la conceptualización de las EM está enmarcada por la fundación de lo que hoy en día se conoce como la Psiquiatría Molecular, representada en la publicación de Molecular Psychiatry Journal en 1997, reconociéndose hoy en día como una publicación de primer cuartil en el campo de la Genética, Bioquímica y Biología Molecular. Esta publicación representa el fenómeno generado a partir del uso de fármacos en el tratamiento de EM, llevando a entender que estos medicamentos tienen efectos más directos a nivel molecular que a nivel sináptico. Un segundo aspecto fundamental en el cambio de paradigma está dado por el desarrollo de técnicas para mediar la actividad cerebral relacionada con fenómenos psicológicos. Puntualmente, el desarrollo de las imágenes de resonancia magnética funcional (IRMf) publicados hace más de veinte años ha dado origen a una forma de "re-descubrir" o comprobar la fenomenología de la experiencia psicológica (Walter, 2013). En este punto, los nuevos métodos que integran varios niveles de análisis (molecular, genético, epigenético, celular, fisiológico, de imagenología y comportamental) son el centro de los estudios y son el entendimiento que los resultados psicológicos no pueden ser exclusivos de un único nivel de análisis.

Cover Molecular Psychiatry Journal - Nature Publishing Group

El problema en la conceptualización de las EM ha pasado a ser un acuerdo en un círculo de investigadores más que la reunión de los estudios que alimentan o no las teorías. El cuerpo de evidencia que se ha generado a la par con el desarrollo tecnológico deberán aportar criterios para la reformulación de las categorías diagnósticas. Esta empresa, inmensa por la cantidad de evidencia pero necesaria, deberá reunir a profesionales de diferentes áreas (psicólogos, genetistas, biólogos, psiquiatras, farmacólogos, entre otros) para garantizar la evidencia acorde a los diferentes tipos de análisis. Por el contrario, la clasificación de trastornos sin tener en cuenta las bases biológicas y de tratamiento puede ser una equivocación en el campo de las EM. Hoy en día, la evidencia metodológica y experimental en las EM debería prevalecer sobre otros criterios menos empíricos y más de acuerdo social.

--César Acevedo-Triana--

Referencias

ResearchBlogging.org Walter, H. (2013). The third wave of biological psychiatry Frontiers in Psychology, 4, 1-8. doi: 10.3389/fpsyg.2013.00582